
En un castillo de cristal
Cuartos de espejos, donde no se distingue el ego del reflejo. Donde todos somos iguales, donde nadie se escapa, del yo detrás del espejo.
Escaleras que llevan a lo más alto de las torres, desde donde la gente se tira, pero no se libra.
Calabozos oscuros, donde habita la nada, nada de esperanza, nada de ganas. Ojos cegados por las lágrimas.
Reyes que piensan en como subir más alto, pero se olvidan lo que están buscando.
Bufones que hacen reír, risa ajena, aliviana la condena
Princesas frágiles, siempre esperando ayuda de afuera
Caballeros falsos, detrás del acero escondidos con miedo
Magos y Brujos, creadores de hechizos y momentáneos sueños
Plebeyos resignados, sin esperanzas, ni ganas de replanteos
Rebeldes cansados, por lo utópico de su sueño
En un castillo de cristal, todo tan frágil que da miedo tocar. Todo tan bello que no parece real, todo tan frío que dan ganas de gritar.
Buscando la llave que me abra las puertas hacia la libertad