¿Qué te gustaría ser?
- Un pájaro - contesto inmediatamente, y miro hacia el techo. Como si pudiera ver a través de él. No sé como, pero creo que lo hacía, sus ojos brillaban como si estuviera viendo al sol, pero no los cerraba…ni una mueca, tanto brillo, pero a él no le afectaba.
Así volaría…por mi mismo, las alas, las alas son mías yo las muevo, y voy dónde quiero soy libre, y vuelo. Al sol, volaría hasta el sol, no me cansaría…yo puedo, el calor me envolvería, como un abrazo gigante, lleno de energía. Hasta el sol llegaría.
O…una gota, una pequeña gota que cae desde una imponente nube. Sin miedo determinada, velozmente caería. Y dejaría de ser una gota, porque caería en un río, sería parte de un veloz y feroz río, nadie nos para, uno para todos y todos para uno. Una gota en un río. Y de repente en el mar, en la inmensidad del mar, recorrería lugares nunca vistos por el ojo humano, sería parte de lo más gigante, de lo más hermoso de la tierra, sería el mar. Y como si esto fuera poco, de esta inmensidad me podría separar, me elevaría, recuperaría mi individualidad. Una gota que no se cansa de andar.- Movía sus grandes ojos a toda velocidad, de vuelta sentí como si el hombre podría ver más allá, como si sus ojos no hubieran perdido de vista a la gota ni en un segundo de su andar, sonreía, pensando en su gran inmensidad. En eso que hablaba me vio, creo que se había olvidado de mi presencia, se puso un tanto incómodo, lentamente su sonrisa desapareció, sus ojos dejaron de brillar.
- Disculpe, creo que me emocioné demasiado. No crea que estoy loco, se que nada de eso va a pasar.
- No se corte las alas, usted sólo quiere ser un hombre que disfruta la libertad.


( No me gusta mucho el final, pero tampoco se me ocurre nada mejor, VA A HABER UN CAMBIO)